La historia interminable (1979)
Michael Ende
En el mundo y situación actual, imbuidos en una crisis global (en todas las acepciones del término), adquiere especial relevancia éste clásico de la literatura juvenil, cuya lectura resulta muy aconsejable por todos los que ya han sobrepasado tal encasillamiento.
Salvando las distancias, no se le escapará a ninguno que determinadas localizaciones imaginarias, donde el desaliento impera o el vacío prevalece, parecen extrapolación del sentimiento actualmente reinante en nuestra sociedad, y, seguramente, tras profundizar en el personaje, más de uno llegará rápidamente a la conclusión de que conoce a tantas “Vetustas Morlas” que su mera existencia, desgraciadamente, no constituye algo excepcional ni digno de significación por sí mismo.
Simplificando la cuestión, y en aras de evitar que alguno/a utilicéis la navaja de Ockham como arma arrojadiza, indicaros que la historia interminable es una obra fantástica.
En su día, con mayor juventud, desistí de su lectura tras ver su representación cinematográfica, allá por el año 1.984. La película, con los debidos respetos, me pareció insufrible y sumamente infantiloide, incluso para mí. Recientemente el libro ha llegado otra vez a mis manos. Nada pasa por casualidad.
Reconociendo que me guié inicialmente por el ánimo de cambiar el paso, pues las novelas de corte histórico empezaban a no satisfacerme tanto como al principio, comencé a leerlo con pocas esperanzas de llegar a terminarlo. Afortunadamente la película es mera sombra de lo que constituye el libro, brillando en él tantas notas de color que no extraña que haya soportado el paso de los años.
Si hay algo que resalta en la novela es que provoca no pocas reflexiones sobre su trasfondo y significación, lo cual de por sí es bastante alentador, trayendo a la mente determinados conceptos y sentimientos que la edad parece marchitar, lo cual es de agradecer.
Sin ánimo de volcar en estas líneas el argumento del libro, pues ello conllevaría inevitablemente desvelar sus entresijos así como entrar en el análisis de emociones y reflexiones que a cada uno os corresponderá entresacar, simplemente señalar que se trata de una historia apasionante que a buen seguro os atrapará desde sus primeras páginas, pues es fácil sentirse transportado a los diversos escenarios por los que transcurre e, inevitablemente, sentirse parte de la misma.
Resultan muy entrañables todos sus personajes, tanto principales como secundarios, los cuales están francamente bien construidos, constituyendo un instrumento más que recomendable para abandonar la realidad que nos atrapa.
Me ha encantado y lo aconsejo. Incluso a aquellos que consideran que éste tipo de género les queda muy atrás. Tal vez sea buen momento para hacer la retrospectiva.
