Capítulo 1(2ª parte)

Nuestras ideas sobre el Camino.

Romerillo de la Sierra

¿Por qué pensamos que es complicado hacer el camino con tu pareja, novia o esposa?
Decíamos que no queríamos hacer turismo, por lo tanto escogimos hacer más duro el Camino de lo que podría hacerse. Un albergue público es en agosto un lugar sembrado de literas donde se hacinan cincuenta, cien, doscientos o trescientos peregrinos malolientes, con un gran cansancio, heridas en sus pies, bártulos por todos lados, donde hay que hacer cola para lavar y secar tu ropa polvorienta, para hacer tus más íntimas necesidades o para ducharte, donde se apaga la luz a las diez de la noche para dormir al compas de las toses y ronquidos de la peor de las orquestas. Y esto, cuando menos, puede resultar incómodo.

Hablamos de andar por caminos de todo tipo, unos lisos y otros pedregosos, subiendo verdaderas cumbres y bajando por empinadas y peligrosas pendientes, con más asfalto de lo que te imaginas, un día tras otro, un día tras otro, con una pesada mochila encima, sin mucho tiempo para descansar, pues no es fácil sustraerse a las toses y los ronquidos si no te has dormido pronto.

Y hay que madrugar porque si no sales temprano te atorra el calor, que también se pasa por el norte español. Porque lo que no se puede es estar todo el día andando, mañana y tarde, mañana y tarde. Al menos echar una siestecita después de comer para descansar.

Si a esto le añadimos que casi nunca coinciden las fuerzas en la pareja, que uno siempre quiere ir más tranquilo que el otro y pararse aquí y no allí para descansar o comer algo. Pues es complicado.
Cuando estamos cansados estamos de mal humor y con quién podemos pagarlo mejor que con nuestra querida pareja. Si a esto le unimos las muchas horas que estaremos juntos estos días… Pretendemos almacenar explosivos de todo tipo a nuestro alrededor y encima jugar con fuego; pues lo normal es que en cualquier momento explotemos.
Nuestro punto de vista es que el Camino no está hecho para las parejas. A no ser que se lo planteen como otro reto más de supervivencia. Que tendría su punto “masoka”. Aunque siempre hay excepciones, familias que van al supermercado juntas, o de camping, con la suegra incluso y el perrito, y no dan un ruido, que pueden ir a cualquier lado juntas. Las familias que tengan ese espíritu, ¡adelante!, si no, mejor quedarse en casa. O como algunas parejas hacen; hacer el Camino cada uno por su cuenta y juntarse luego en Santiago, o en casa incluso mejor.
Conocimos una mujer muy simpática en Pereje que iba con un hombre de su edad y creímos que sería su marido, pues no, ella estaba haciendo el Camino Francés y él el del Norte, porque ya estaba harta de tener que seguir el ritmo del hombre y quería demostrar a ambos que ella podría hacer también sola el Camino. Y estaba encantada de hacerlo. Las motivaciones son diversas como podréis comprobar.
De todas formas difiero de quienes piensan que el Camino es una cuestión personal. Me parece que conviene no transcendentalizar. Espero no ponerme demasiado “estupendo”. Si hubiera sido sólo por mi yo no hubiera ido. Yo fui por Romerillo, que es mi amigo, para echar unos días juntos. Como al que le gusta irse con unos cuantos amigos. Que los conozco y se lo pasan estupendamente. Sobre todo en bici, con sus coches de apoyo y todo. Es otra cosa, pero cada uno que lo viva a su forma.
A nosotros nos gustaba hacerlo así, porque tal vez buscamos otras cosas, de las que ya hablaremos.
Contestando a la cuestión sobre los días necesarios para hacer el Camino, nosotros no pretendíamos hacerlo entero, desde la frontera francesa, que es lo típico, porque eso nos llevaría todo un mes. Nosotros necesitábamos sólo diez días, no es gran cosa pero nos bastaba. Tampoco hay que abusar. Un día para llegar al punto de partida, otro para volver y ocho días de etapas.
Este asunto conviene hablarlo pronto, con mucho tiempo por delante, porque es fundamental. Nosotros tenemos unas maravillosas esposas que siempre nos hicieron fácil nuestra idea. De todas formas conviene plantearlo con tiento.
Un día lo sueltas en casa en una conversación distendida aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, otro día en una cena elegante con las señoras, a eso de los postres, con las coyunturas más relajadas, en fin. Para los que no lo tengan tan claro, o los que repitan al año siguiente, o quieran ir más días, habrá que pensar en una contraprestación adecuada.
A nosotros se nos ocurrió algo para un viaje largo que queremos hacer en 2013, quedar con la familia al final del camino y hacer turismo cuatro o cinco días juntos allí. Lo diré, nosotros queremos salir desde Roncesvalles y hacer en agosto de 2013 un viaje de mochileros hasta París. La primera etapa sería andando hasta Saint Jean-Pied de Port, o viceversa, aún no lo tenemos claro, primera etapa del Camino de Santiago entrando a España. Después hacer otras jornadas en tren, en auto-stop, en barca incluso, hasta llegar en diez o doce días a París, siguiendo un recorrido por las ciudades de algunos escritores y pintores franceses. Finalmente nos encontraríamos en un hotel en París las dos familias, con niños y todo, para quedarnos tres o cuatro días viendo Walt Disney y aquella preciosa ciudad.

Continuará
Próximo capítulo:
Capítulo nº 2 La guía del Camino de Santiago. Posibles recorridos

Documentos adjuntos a esta publicación
IR AL PRÓLOGOAl Capítulo 1 (1ª parte)Al Capítulo La guía del Camino y posibles recorridos
 
Copyright VEREDAS CORDOBESAS
Psje. Jose Manuel Rodriguez Lopez 6 | 14005 Córdoba · España
info@veredascordobesas.com
Diseña y desarrolla
Xperimenta eConsulting