Corría el año de gracia de 1313, cuando el Gran Maestre de la Santa Hermandad de la Vereda, Lord Senderic de Corduba, decidió que ya era hora de que los nuevos iniciados a ingresar en la orden, dada la presteza con que habían superado las pruebas anteriores, hicieran los votos y el juramento de rigor. Para tal efecto convocó a los postulantes: sir SchuleMeister, sir Titus of Sidewalk y sir Little Rommering, a que en el primer domingo de luna menguante de diciembre, se dispusieran a realizar dicha ceremonia.
Para tal fín, los tres aspirantes pasaron la noche anterior en vigilia, cada uno en su aposento, meditando y rezando para que todo quedara a buen recaudo. Partieron de la ciudad de Corduba al alba, hacia la antigua ciudad de Andura, que distaba unas 17 leguas desde allí, donde se encuentra el santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, protectora de los caballeros de la Vereda, para realizar el juramento ante ella.
A los albores del domingo, llegaron a una ermita donde se venera a San Ginés y dejaron sus corceles junto al vetusto edificio. Desde allí, según la norma establecida por la Orden, el camino se debe realizar a pie como buen peregrino. En esta ocasión, Sir Grummeter no acompañó a Lord Senderic en su andar como es habitual, pues se encontraba de viaje a muchas leguas por necesidades de la Orden.