Al recoger el tito a Romerillo de su casa a las 6 y cuarto de la mañana-noche se enteró de que habría una baja, fallaba el quinto senderista, luego la ruta se veía abocada a sólo un par de parejas. Nos acompañaban dos amigos, dos ciclistas, dos cachondos.
Cristóbal, a partir de ahora “el gato de Cheshire” y Javi, al que bautizaremos para hoy y para cuando desee acompañarnos como “el sombrerero loco”. Sólo para esta ruta Romerillo será “El conejo blanco” y el tito será Alicia, la del País de las Maravillas. Espero su comprensión y su paciencia.
A las 6 y 25 minutos llegó la conocida pareja de senderistas a la Aucorsa, que era el punto de encuentro con esa otra pareja. El conejo blanco repiqueteaba con su bastón-paraguas sobre el suelo, un tanto inquieto, sin parar de consultar su reloj de cadena, mientras Alicia trataba de adivinar el aspecto de sus acompañantes.