El eminente sentido económico que impera en este segmento de la cultura, constituye una de las razones de la abundante publicación de novelas en los últimos años, predominando una falta de calidad en la mayoría de las creaciones, al constituir meros productos dirigidos primordialmente a captar cuota de mercado, tomando como ratio “igualar por abajo” y llegando a predominar, en numerosos casos, el continente sobre el contenido.
La realidad antes expuesta determina que pueda catalogarse de auténtico hallazgo leer alguna novela contemporánea que vaya más allá de producir entretenimiento en el lector, no siendo excepción (pues son abundantes) las que ni tan siquiera esto último lo consiguen.
Dicho motivo provoca que muchos lectores únicamente se decanten por obras que han conseguido derrotar la condena al olvido que impone el paso de los años, al constituir tal superación una garantía de su calidad. Así ocurrirá con muchas de las escritas por este autor, al constituir una auténtica excepción a lo que de ordinario nos encontramos en las librerías.