En el mundo y situación actual, imbuidos en una crisis global (en todas las acepciones del término), adquiere especial relevancia éste clásico de la literatura juvenil, cuya lectura resulta muy aconsejable por todos los que ya han sobrepasado tal encasillamiento.
Salvando las distancias, no se le escapará a ninguno que determinadas localizaciones imaginarias, donde el desaliento impera o el vacío prevalece, parecen extrapolación del sentimiento actualmente reinante en nuestra sociedad, y, seguramente, tras profundizar en el personaje, más de uno llegará rápidamente a la conclusión de que conoce a tantas “Vetustas Morlas” que su mera existencia, desgraciadamente, no constituye algo excepcional ni digno de significación por sí mismo.
Simplificando la cuestión, y en aras de evitar que alguno/a utilicéis la navaja de Ockham como arma arrojadiza, indicaros que la historia interminable es una obra fantástica.