El Sello Pink Floyd
Waters, Gilmour, Mason y Wright
El segundo libro de la serie Los Secretos de Pink Floyd, titulado El Sello Pink Floyd, comienza con la despedida oficial de Syd Barrett del grupo, a principios de abril de 1968. La incorporación de David Gilmour estaba germinando gracias a un trabajo encomiable del guitarrista y cantante de Cambridge, no en vano él había enseñado a su amigo y vecino Syd muchos de los trucos que después pudo exhibir con su psicodélica Fender Telecaster tapizada de espejos. La agencia Blackhill Enterprise había optado por quedarse con su líder, a pesar de su mal estado de forma, desestimando continuar con el resto del grupo. Peter Jenner y Andrew King habían apostado románticamente por la capacidad creativa de Syd, menospreciando la profesionalidad y férrea voluntad de triunfar de Roger Waters y el resto del grupo, desconfiando de la aportación artística que David Gilmour pudiera hacer a partir de ese momento. Debieron pensar: «Si no había triunfado en los años que llevaba con su banda anterior (Joker Will) no lo iba a hacer ahora». Evidentemente, como había ocurrido con anterioridad con otros miembros del grupo que se habían desprendido de Pink Floyd por propia voluntad —como Clive Metcalfe, Keith Noble o Bob Klose—, los primeros representantes de Pink Floyd acabarían arrepintiéndose amargamente toda la vida de su desafortunada decisión.