Novela autobiográfica y mítica, emblema de la denominada Generación Beat, precursora en EE. UU. del movimiento hippie. Eso dicen de ella, no sé si para darle importancia o para desprestigiarla. La he leído a pesar de ello. Afortunadamente On the Road, traducida también por “En la Carretera”, ha trascendido por otras cosas, que yo estimo, entre las que destaca un estilo intencionadamente ligero, trepidante incluso, pero a la vez esmerado y poético, ausente sin embargo de sentimentalismo.
He llegado a familiarizarme con el título, con el autor, repasando los reiterados catálogos y anaqueles de colecciones de libros ineludibles, exhibidos como top editoriales de la literatura contemporánea. Seguramente con justicia.
Pero a la vuelta de ínfimas indagaciones me cautivó la idea de una historia sobre las aventuras de un viajero de alpargata, que parecen de nuevo florecer, en estos tiempos de depresión, de hastío insustancial y de cambio. De esos que, como decía Serrat y antes Machado, prefieren la vivencia del camino al propio destino del viaje. Por fin, me decidí a leerla porque se trataba de una historia autobiográfica, una experiencia dura y peculiar del propio autor, que me evocaba las vidas y las obras de Joseph Conrad, de Jack London o de Hemingway, entre otros, que convinieron también en que sólo se puede escribir lo que se ha vivido.