Escoger este libro ahora al cabo de los años, después de haberlo leído tantos compañeros en su día, evoca en mí viejos y gratos recuerdos de juventud en la antigua Universidad Laboral de Córdoba. Recuerdo haber huido de este libro, como de El Túnel de Sábato, con inmerecida fama de duros, negros o tristes. Quién quiere a los dieciséis años tristezas, ni ahora.
Yo lo descarté entonces por eso. Ahora os pido que no dejéis pasar como yo más de treinta años sin leerlo. Todo lo contrario, el que no lo haya leído podrá ahora realizar una buena inversión; por ocho euros obtendrá varias horas de la mejor literatura de todos los tiempos. Sin necesidad de interpretarlo o traducirlo. Castellano castizo en el original. Pura literatura española.
Una novela perfecta. Sin cortapisas, perfecta.
Con razón nos la recomendaban como lectura “obligada” en bachillerato.
¡Ay si hiciéramos más caso de nuestros mayores!